El otro día estaba haciendo la compra y una trabajadora del hiper se me acercó y me preguntó, ese color que llevas, ¿es permanente? ¿o es un spray?? ¿Un spray? ¿Esta intensidad de color? No señora, esto es un trabajazo de mi peluquera (a veces cuando no conozco a la gente y me preguntan por mi pelo, me gusta jugar y les cuento que voy a una pelu muy chula…) y claro ya les explico que el pelo está previamente decolorado y coloreado después. Entonces me dicen, aaaah; pero es que la decoloración estropea mucho el pelo, bueno si señora, quizás estropee, ¿todo depende de la decoloración que utilice su peluquera y el trato que usted le vaya a dar después al cabello, o acaso hace unos años no se llevaban aquellas cabezas hipermechadas de rubio platino? ¿Hay no le ponían decoloración? Siento decirles que sí, que ustedes hace años ya llevaban decoloración, de mucha peor calidad y a unos volúmenes que no confesaré. Esto de los volúmenes no voy a explicar lo que es, solo desconfíen cuando una mecha sube muy rápido…
A ver, se puede decolorar, yo les cuento lo que hago:
Paso 1: Tratamiento previo para preparar el cabello y requeratinizarlo.
Paso 2: Decoloración a bajos volúmenes, proceso lento hasta una hora de exposición.
Paso 3: Aplicación del color deseado
Paso 4: Tratamiento de reestructuración.
En casa, nunca usaré ningún champú mercado, no voy a dar nombres. En el salón utilizamos la línea #eksesperience el que más se ajuste a las necesidades de cada uno, aunque hay uno específico para proteger el color, yo en mi caso suelo usar Hidronutritivo debido a mi dermatitis. Os confieso que uso la mascarilla a modo de suavizante, es decir no me la dejo, por lo que repito mi tratamiento de reestructuración cada dos semanas más o menos.
Con todo esto, ¿se puede decolorar? Por supuesto, siguiendo unas reglas.
Así que si te apetece hacer un color chulo no dejes de hacerlo por miedo, ¡pregúntanos!
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